Antes de nada, un ruego a los lectores: id al cine a ver Extraterrestre. Id con amigos, en pareja, con la familia... id y disfrutad del cine; la película se lo merece. No dejéis que pase desapercibida y tenga que ser rescatada dentro de unos años como la genial película que es. A partir de ahora comienza la crítica llena de SPOILERS de Extraterrestre y Los cronocrímenes:
Hay una pequeña pista en Extraterrestre que desvela al espectador avispado las raíces de la película: sobre una de las placas con las que Julio construye su "vehículo marciano" se pueden ver grabadas las palabras "Cafetería Domingo" en referencia a su corto Domingo. En él, podemos encontrar el germen del segundo largo de Vigalondo: cómo los más banales problemas personales pueden eclipsar los acontecimientos más extraordinarios.
En Extraterrestre, una invasión del espacio exterior amenaza la Tierra (ovni sobrevolando Madrid incluido), pero los protagonistas actúan como si nada de esto estuviera sucediendo. Los tres personajes masculinos orbitan en torno al personaje interpretado por Michelle Jenner y en ningún momento se plantean salvar el mundo: todos sus actos van dirigidos a guardar las apariencias y mientras intentar conquistar a la chica. Estas actitudes a priori pueden parecer inverosímiles, pero luego uno reflexiona y se identifica con esas personas, con sus absurdas acciones, con esa búsqueda del amor al borde del abismo, porque, no nos engañemos, Extraterrestre es una película descarnadamente romántica.
Es también una gran comedia con ovnis de fondo. Vigalondo llena la trama de momentos absolutamente desternillantes, pero la película entera está atravesada por el espíritu del humor incluso cuando no es intencionado: planos y diálogos revelan una vis cómica insospechada. A ello contribuyen todos los actores de la película, desde el protagonista, Julián Villagrán, hasta el inclasificable Miguel Noguera en un pequeño (gran) papel. No me puedo quedar con ninguno de los cinco, están todos magníficos.
La película transcurre entre auténticas carcajadas hasta el momento en que el protagonista, Julio, descubre a través de una ventana indiscreta (Hitchcock siempre presente) que Michelle sigue enamorada de Raúl Cimas. Será finalmente el personaje interpretado por Areces en su único momento de dignidad quien haga que Julio se de cuenta de que el que sobra ,"el extraterrestre", en ese triángulo amoroso es él. A partir de ese momento, experimenta una redención similar a la de Humphrey Bogart en Casablanca, pero marcada por ese tono tróspido que imprime Vigalondo: ausente el glamour de la película de Curtiz, el protagonista cierra la historia apurando unas birras mientras le cuenta todo lo que ha sucedido a ese patético pero entrañable Miguel Noguera observando ambos ese mcguffin de siete kilómetros de longitud. La imagen es muy similar a la que cierra Los cronocrímenes y descubre el leitmotiv de la obra de Vigalondo: el abandono de los deseos más profundos para poder sobrevivir en este mundo (el mismo, por cierto, que el de la fantástica Drive: no me extraña que Vigalondo la adore).
Bien cierto es que la realidad devora nuestros sueños, pero no estamos desarmados: podemos reírnos de ella a modo de contraataque, y vaya si Extraterrestre lo consigue. Personalmente pasé la película entera entre risas (las mías y las del resto de las sala) pero cuando llega a su fin al ritmo de la desoladora All my little words noté como entre todas esas carcajadas se me encogía el corazón. La canción, al igual que la película, versa sobre un amor apasionado pero imposible y desvela que Vigalondo, por encima de un genial director, es un poeta y, Extraterrestre, una oda a la épica de la renuncia amorosa.
Antes de esa renuncia, eso sí, el protagonista tiene su momento de gloria en forma de declaración: ya sean las palabras del sabedor de su destino Karra Elejalde a Bárbara Goenaga en Los cronocrímenes ("eres preciosa"), la canción del protagonista de 7: 35 de la mañana o el vídeo de Julio en Extraterrestre (también brutal declaración de amor al cine: solo es capaz de expresar sus sentimientos mediante una cámara).
Sería bonito que Julio y Julia acabaran juntos. No, estaría bien, pero como las mejores cosas de la vida, esta canción empieza, y esta canción termina.
P.D: La última frase de la película es "me sale de pena", un guiño que sirve como contrapunto al final de Malditos bastardos, en el que Brad Pitt afirma que esa puede ser su obra maestra. Siento corregirte, Nacho, pero a ti también te ha salido una obra maestra.
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You are a splendid butterfly
It is your wings that make you beautiful
And I could make you fly away
But I could never make you stay
You said you were in love with me
Both of us know that that's impossible
And I could make you rue the day
But I could never make you stay
Not for all the tea in China
Not if I could sing like a bird
Not for all North Carolina
Not for all my little words
Not if I could write for you
The sweetest song you ever heard
It doesn't matter what I'll do
Not for all my little words
Now that you've made me want to die
You tell me that you're unboyfriendable
And I could make you pay and pay
But I could never make you stay
Muy buen repaso de la película, enhorabuena
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