27 de febrero de 2012

La realidad y el deseo


Esta noche es la ceremonia de los Oscars. Hace solo unas pocas horas se realizo otra entrega de premios por alguien con mucho más criterio que todos esos aburridos académicos, esto es, yo. 

Ahora me dispongo a hacer un breve análisis sobre las nominadas y a atreverme con un pronóstico (si acierto más de la mitad, me doy con un canto en los dientes):



Mejor largometraje animación

¿Quién va a ganar? Rango
¿Quién debería ganar? Rango o Chico y Rita
¿Qué coño no hace aquí? Arthur Christmas, Cars 2, Tintin...
¿Qué coño hace aquí? El gato con botas, Kung Fu Panda 2


Mejores efectos visuales

¿Quién va a ganar? Rise of the Planet of the Apes
¿Quién debería ganar? Rise of the Planet of the Apes
¿Qué coño no hace aquí? -
¿Qué coño hace aquí? -


Mejores efectos sonoros

¿Quién va a ganar? War Horse
¿Quién debería ganar?Drive                                     
¿Qué coño no hace aquí? -
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor sonido

¿Quién va a ganar? War Horse
¿Quién debería ganar? War Horse
¿Qué coño no hace aquí? Drive
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor maquillaje

¿Quién va a ganar? Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte II
¿Quién debería ganar? Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte II
¿Qué coño no hace aquí? -
¿Qué coño hace aquí? -

Mejor vestuario



¿Quién va a ganar? La invención de Hugo
¿Quién debería ganar? La invención de Hugo
¿Qué coño no hace aquí? Los descendientes, Young Adult y Drive simplemente por las camisas hawaianas de George Clooney, el chándal choni de Charlize Theron y la cazadora del escorpión de Ryan Gosling; Sucker Punch...
¿Qué coño hace aquí? W.E. y The Artist





Mejor dirección artística

¿Quién va a ganar? La invención de Hugo
¿Quién debería ganar? La invención de Hugo o War Horse
¿Qué coño no hace aquí? El árbol de la vida, Drive, J. Edgar...
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor banda sonora
  
¿Quién va a ganar? The Artist
¿Quién debería ganar? El topo
¿Qué coño no hace aquí? Drive, El árbol de la vida, La piel que habito...
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor fotografía

¿Quién va a ganar? La invención de Hugo
¿Quién debería ganar? El árbol de la vida
¿Qué coño no hace aquí? Drive, El Havre, Le gamin au vélo, Immortals, La piel que habito, Melancholia...
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor montaje

¿Quién va a ganar? The Artist
¿Quién debería ganar? The Girl with The Dragon Tattoo o Los descendientes
¿Qué coño no hace aquí? Drive, El árbol de la vida, El Havre, Le gamin au vélo, La piel que habito...
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor guión adaptado

¿Quién va a ganar? Los descendientes
¿Quién debería ganar? Los descendientes
¿Qué coño no hace aquí? Drive, La piel que habito, The Girl with The Dragon Tattoo, Un método peligroso, One day...
¿Qué coño hace aquí? -



Mejor guión original

¿Quién va a ganar? The Artist
¿Quién debería ganar? Midnight in Paris o Nader y Simin, una separación
¿Qué coño no hace aquí? Young adult, Shame, Arthur Christmas, El Havre, Le gamin au vélo, Rango, J. Edgar...
¿Qué coño hace aquí? The Artist


Mejor película de habla no inglesa

¿Quién va a ganar? Nader y Simin, una separación
¿Quién debería ganar? Nader y Simin, una separación
¿Qué coño no hace aquí? El Havre, Le gamin au vélo, La piel que habito, No habrá paz para los malvados, Melancholia...
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor actriz de reparto

¿Quién va a ganar? Bérénice Bejo
¿Quién debería ganar? Melissa McCarthy
¿Qué coño no hace aquí? Carey Mulligan por Drive o Shame, Jessica Chastain por La deuda, El árbol de la vida o Take Shelter, Shailene Woodley por Los descendientes...
¿Qué coño hace aquí? Bérénice Bejo


Mejor actor de reparto

¿Quién va a ganar? Christopher Plummer
¿Quién debería ganar? Christopher Plummer
¿Qué coño no hace aquí? Brad Pitt por El árbol de la vida, Bryan Cranston por Drive...
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor actriz principal

¿Quién va a ganar? Meryl Streep por La dama de hierro
¿Quién debería ganar? Rooney Mara por The Girl with The Dragon Tattoo o Meryl Streep por La dama de hierro
¿Qué coño no hace aquí? Charlize Theron por Young Adult, Kirsten Dunst por Melancholia
¿Qué coño hace aquí? -


Mejor actor principal

¿Quién va a ganar? George Clooney
¿Quién debería ganar? George Clooney o Gary Oldman
¿Qué coño no hace aquí? Ryan Gosling (Drive o Los idus de marzo), Michael Fassbender (Shame, Jane Eyre o Un método peligroso), Michael Shannon (Take Shelter), Leonardo DiCaprio (J. Edgar)...
¿Qué coño hace aquí? -



Mejor director

¿Quién va a ganar? Michel Hazanavicius
¿Quién debería ganar? Terrence Malick
¿Qué coño no hace aquí? Nicolas Winding Refn, Aki Kaurismäki, los  Dardenne...
¿Qué coño hace aquí? Michel Hazanavicius


Mejor película

¿Quién va a ganar? The Artist
¿Quién debería ganar? El árbol de la vida
¿Qué coño no hace aquí? Drive, El Havre, Le gamin au vélo...
¿Qué coño hace aquí? The Help, The Artist y Tan fuerte, tan cerca


26 de febrero de 2012

Lo mejor del 2011 (III)

Llega el momento de despedir esta minisección del blog. Estoy bastante  contento con el resultado de la lista confeccionada y algo menos con el de las pequeñas reseñas que acompañaban a cada título, pero habrá tiempo de mejorar, espero. 

He intentado conseguir una clasificación personal y sincera, fuera de corrientes e inercias, sin concesiones, y creo que eso se puede apreciar en la heterogeneidad del catálogo. Os garantizo que he recorrido el 2011 a conciencia, pero aún así estoy seguro de que en los próximos años rescatarán joyas no reconocidas en su momento. No me molestará disfrutar con ellas y reconocer mi error al obviarlas.

Ha sido un placer elaborar esta lista y disfrutar de las grandiosas películas que contiene. Me llena de optimismo pensar que aún sigue habiendo buen cine digan lo que digan.

Finalmente quiero agradecer a todos los lectores que me han comentado sobre los posts, especialmente a los que han tenido opiniones contrarias de las que hemos sabido sacar interesantes debates y espero que siga así en el futuro. Ellos me hacen mejor persona, y espero que yo también a ellos.

A continuación os dejo mis 10 películas favoritas del año, enormes todas. El mero hecho de su existencia me llena de alegría. Esta vez solo van acompañadas de una imágen. Las tengo demasiado respeto como para escribir a la ligera sobre ellas, pero espero poder hacerlo en el futuro con más tiempo y dedicación. 

10) "Hugo" de Martin Scorsese



9) "Young Adult" de Jason Reitman



8) "La piel que habito" de Pedro Almodóvar


7) "Midnight in Paris" de Woody Allen


6) "Nader y Simin, una separación" de Asghar Farhadi


5) "Los descendientes" de Alexander Payne


4) "Drive" de Nicolas Winding Refn


3) "Le gamin au vélo" de Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne


2) "Le Havre" de Aki Kaurismäki


1) "El árbol de la vida" de Terrence Malick


23 de febrero de 2012

Lo mejor del 2011 (II)

20) "The Green Hornet" de Michel Gondry: fruto de la insospechada alianza entre el vanguardista Michel Gondry, uno de los directores más visionarios y renovadores del lenguaje cinematográfico de su generación, y el pasota Seth Rogen, adalid de la factoría Apatow y, por ende, de la actual comedia bufa americana. Este último firma el guión, que cuenta la historia de un superhéroe poco común y con más parecido a los marginales y estrambóticos personajes de sus anteriores guiones (Supersalidos, Pienneaple Express...) que a un justiciero al uso. La película parece la respuesta a la petulante y pagada de sí misma The Dark Knight (2008). Aquí no hay lugar para los discurso afectados ni para el realismo nolaniano: está llena de mamporros imposibles y de un continuo humor autoparódico que raya en lo surrealista (mención especial al personaje que compone Cristoph Waltz). Junto a Super (2010), el díptico perfecto sobre la deconstrucción del superhéroe que mejor recoge el espíritu post-Watchmen de los cómics del radical guionista escocés Mark Millar. Lástima que las exigencias de la producción no permitan que Gondry desate todo su talento visual, que, eso sí, brilla en sus pocas intervenciones.




19) "Super 8" de J. J. Abrams: con carta de libertad tras los éxitos cosechados (Lost, Mission: Impossible III, Star Trek XI...) Abrams rodó una película completamente personal nacida de la yuxtaposición de dos guiones propios: una historia sobre extraterrestres y Área 51 y las aventuras de unos niños que ruedan una película en super 8 (de ahí el título). El creador de Fringe es capaz de rodar una trama absorbente y crear una  tenebrosa atmósfera (ya lo ha demostrado en múltiples ocasiones), pero donde la película alcanza la gloria es en su abierta declaración de amor al cine: al celuloide, a las películas de la Amblin, a las historias fantásticas de niños con mucha imaginación...  Es un film que seduce por su forma, pero cautiva por su alma: un modelo a seguir para todos los blockbusters modernos.



18) "Arthur Christmas" de Sarah Smith y Barry Cook: me atrevo a calificar al guión de Arthur Christmas como el guión más ingenioso del año. Absoluto derroche de inventiva e imaginación, la película funciona como una metralleta de gags y demuestra su control sobre todos los registros cómicos a través de su delirante trama. De una animación detallista hasta el extremo, deja incontables imágenes para el recuerdo a la vez que su historia compone un delicioso cuento cargado del mejor espíritu navideño. Desde este momento, una obligación para todas las futuras Nochebuenas.


17) "The Girl With The Dragon Tattoo" de David Fincher: tras el clamor generado por La red social, Fincher se decantó por realizar la versión americana del primer tomo de la saga Millenium. Esta decisión fue criticada por ciertos sectores del público, que no llegaban a comprender por qué uno de los directores más prestigiosos del momento desperdiciaba su talento aceptando un trabajo de encargo cuando sus anteriores películas habían funcionado en taquilla. Otros tuvieron fe en el director de El club de la lucha contemplando el best-seller de Larsson como un filón del que éste podía sacar partido exprimiendo su parte más pulp y logrando una obra del corte de Se7en. Los creyentes no se han visto defraudados ante el resultado final: un intenso y arrollador thriller que atrapa al espectador y le deja sin aliento convirtiendo sus casi tres horas de duración en un suspiro. La gélida fotografía, el frenético montaje y la electrizante banda sonora de Trent Rezor y Atticus Ross sumergen al espectador en una vorágine de tinieblas y sordidez. Ojalá se hiciesen más encargos como éste.



16) "Melancholia" de Lars von Trier: enésima polémica del enfant terrible danés. Esta extraña y fascinante película no dejará a nadie indiferente, y aunque no se sea capaz de entrar en su juego, uno no podrá evitar caer subyugado por sus hipnóticas imágenes que por momentos parecen lienzos prerrafaelitas. Los que se adentren en sus profundidades descubrirán a un Trier más metafísico que nunca que contrapone el racionalismo (Claire) con el caos (Justine) como formas de enfrentarse a la vida (y a la muerte) y que consigue transmitir la indiferencia cósmica que siente su protagonista reflejada a través de ese peculiar Armagedón.


15) "Attack The Block" de Joe Cornish: una de las sorpresas del año que destaca por la frescura de su propuesta. Partiendo de unas condiciones precarias, consigue disimular su bajo presupuesto gracias a su imaginación en la planificación. Resultado de la loca idea de mezclar película de invasión alienígena, aventura de una pandilla de adolescentes, comedia porreta y drama social que brilla en todas sus facetas. Bajo su piel de mero divertimento de serie B se esconde una gran película que ofrece más reflexión de la que parece.



14) "J. Edgar" de Clint Eastwood: complejo y poliédrico retrato de la controversial figura de Hoover. El clasicismo de Eastwood vuelve a lograr una obra densa y ambigua que intenta mostrar todas las caras del que fuera director del FBI. Ya se habló de su interesante lectura política en este blog. Con sus sencillez a la hora de contar historias, Clint ha vuelto a logar una gran película que destaca en el grueso de su filmografía. 


13) "Un método peligroso" de David Cronenberg: aunque este drama de época resulte diametralmente opuesto al resto de la filmografía del director en cuanto a que es una cinta contenida y sutil en comparación con la radicalidad de sus anteriores trabajos, resulta el prisma perfecto para mirar (e interpretar) la totalidad de la obra del canadiense. Como ha reflejado Jordi Costa en su crítica de la película, en ella están presentes todas las señas de identidad del director de Crash (1996): "el pulso entre la razón y el deseo, la sistematización de lo irracional el subconsciente como forjador de identidad… e incluso la problemática mutación de la ciencia (Freud) en un nuevo misticismo (Jung)". Además, mediante una austera puesta en escena narra tanto los acontecimientos históricos y su impacto en el futuro como el drama intimista de los tres vértices del triángulo amoroso que conforman Sabina Spielrein, Jung y Freud.



12) "One day" de Lone Scherfig: siendo sincero, antes de ver la película jamás pensé que recalaría en tan alto puesto, ni siquiera que tendría un lugar en esta lista. Parte de la culpa es de su promoción como comedia romántica o feel good movie of the year, cuando en realidad  se trata de un drama descarnadamente romántico. Mediante una original narración que va mostrando a los personajes cada 15 de julio año tras año, cuenta los encuentros y los desencuentros que sufren a lo largo del tiempo, como los acontecimientos de su alrededor los van cambiando y como aún así su amor permanece. Su excelente guión acentúa su posición a contracorriente de la estructura clásica lineal de las comedias románticas o el melodrama.


11) "Tinker Tailor Soldier Spy" de Tomas Alfredson: adaptación de la novela homónima de John le Carré, obra cumbre de la literatura de espías, en la que el protagonista, Smiley, deberá descubrir quién es el agente que se ha infiltrado en la inteligencia británica. La película es absolutamente fiel a la historia original y, al igual que ésta, parece más interesada en mostrar los entresijos del conjunto de personajes que en descubrir la identidad del topo. Por ello, se centra en diseccionar el alma de sus protagonistas más que en avanzar la trama. Analiza con mirada triste las tristes vidas de estos hombres solitarios que no pueden confiar en nadie y deben de guardarse para sí mismos sus más oscuros secretos. De todos ellos, destaca Smiley interpretado por Gary Oldman, que soporta el peso de la película con su magistral actuación en un papel harto complicado, pues se trata de un tipo hierático y taciturno que apenas pronuncia una palabra en todo el metraje. Aquí lo que se dice es lo de menos, lo importante son los pequeños gestos y los cruces de miradas que Alfredson captura con detallismo, como si le fuera la película en cada plano. Todo desarrollado en un clima opresivo y deprimente, que se enfatiza a través de una melancólica banda sonora compuesta por el nominado al Óscar Alberto Iglesias y de una fotografía de tonos extremadamente fríos, como si le faltara el calor del que también carecen los personajes. Esta atmósfera atrapa al espectador y le hace sentir la infinita soledad de un Smiley casi carente de emociones a excepción del odio que mantiene hacia su rival.


22 de febrero de 2012

Lo mejor del 2011 (I)

35) "Cedar Rapids" de Miguel Arteta: el gran Jordi Costa la ha definido como una "comedia de Preston Sturges poblada por personajes de Frank Capra, o de extraño cruce entre la mirada sobre la pureza estadounidense de Fargo (1996) y las comedias de enredos viriles e inmaduros de la era Apatow". Sintiéndose más cómoda bajo una apariencia de pequeña obra despojada de cualquier pretensión, consigue retratar la pérdida de inocencia de un habitante de un minúsculo pueblo americano al salir de su idílico microcosmos y descubrir el castillo de mentiras sobre el que se sustentaba su cotidianidad. Con sus vitriólicas gotas de humor desnuda la doble moral americana; con su toques de optimismo propone una nueva suerte de humanismo capriano. Una película a reivindicar.


34) "Código fuente" de Duncan Jones: dirigida por el hijo de David Bowie, que ya mostró su talento para la ciencia-ficción de bajo presupuesto en la interesante Moon (2008). A partir de un buen guión con conocimiento de causa y que bebe de las mejores fuentes (en especial de Philip K. Dick), supone un atractivo entretenimiento tanto para los amantes del género como para los paladares menos entrenados. Su trama posee más profundidad (y melancolía) de lo que pueda parecer a primera vista.


33) "Horrible Bosses" de Seth Gordon: film que se adscribe a la moda de la comedia chabacana al más puro estilo de The Hangover (2009). Cargada de escatología, a priori se puede caer en la tentación de juzgarla por su trazo grueso, pero su humor caústico, su negra mirada, y su frenético ritmo de chiste por minuto (casi todos ellos haciendo diana) la convierten en una (desternillante) pieza de relojería cómica para todos aquellos que estén dispuestos a abrazar sin complejos los chistes de tetas y pedos.


32) "X-Men: First Class" de Matthew Vaughn: en un año cargado de cine de superhéroes  (Captain America: The First Avenger, Thor, Green Lantern...) descolla esta atípica precuela o reeboot de la saga X-Men. Irónicamente, su principal baza es saber manejarse más allá de este género y realizar incursiones en el thriller con tintes políticos sobre la Guerra Fría,  en el cine de espías de los 70 con carácter bondiano e incluso en el drama de ritos iniciáticos de la juventud saliendo bien parada de esta heterogénea mezcolanza.


31) "Los idus de Marzo" de George Clooney: con un pie en el cine político y otro en el  thriller se erige esta interesantísima película de la que ya se hablo en este blog. Ciertos errores de guión no desmerecen en absoluto al conjunto del film, que se estrena en un momento idóneo: en medio de un panorama de corrupción y mediocridad en la política internacional cada vez más decadente.



30) "Mission Impossible: Ghost Protocol (Mission Impossible IV)" de Brad Bird:  el festín definitivo del cine de acción. Bird, el relevo de Abrams en la saga (este último ahora en producción, donde su huella sigue latente), asume la carencia de pretensiones del proyecto y realiza una obra nacida con un única objetivo: entretener, y vaya si lo consigue. Narrada básicamente a través de set-pieces y con una trama mínima, parece querer desafiar las leyes del entretenimiento del mismo modo que el agente Ethan Hunt desafía las de la gravedad: sus 132 minutos de duración son una sucesión de clímax sin pausa alguna que hacen valer esa máxima de Cecil B. DeMille de que una película ha de empezar con una explosión y de ahí ir para arriba.

 
29) "Take Shelter" de Jeff Nichols: Extraña y conseguida reflexión sobre las alucinaciones y los trastornos psicóticos. Las soberbias interpretaciones del enfermizo Michael Shannon y la preciosa Jessica Chastain, el enrarecido clima que impregna toda el metraje, y su ambiguo y enigmático final la elevan por encima del resto de películas de este corte. 




28) "War Horse" de Steven Spielberg: homenaje del incansable Spielberg a dos de sus maestros, John Ford y David Lean, pero con las constantes del director de Salvar al soldado Ryan (1998) y, ay, también con sus peores tics y su tendencia al melodrama más artificioso. No obstante, si acepta las reglas de su juego, el espectador podrá admirar el talento visual de Spielberg y su buena mano en la narración, así como emocionarse con la belleza de los paisajes captados por la cámara de Kaminski al ritmo del, una vez más, fantástico John Williams.




27) "Shame" de Steve McQueen: fascinante y valiente drama que gira en torno a la vida de un adicto sexual interpretado por un inmenso Michael Fassbender. El pulso y la asepsia con la que está contada la historia evitan que esta caiga en los escollos que una trama de estas características puede ocasionar (tendencia al morbo, vacuidad tras el efectismo...). Una película que nos habla de los infiernos generados por los desesos incontrolables en el apogeo de la sociedad consumista.


26) "Carnage" de Roman Polanski: depuración estilística y temática del cine del director polaco. Mediante únicamente cuatro actores (ésplendidos, eso sí) y desarrrollándose exclusivamente en un apartamento (a excepción de dos planos) Polanski consigue desnudar las miserias del ser humano sacando a la lúz todos sus vicios: la hipocresía, la superficialidad, la crueldad y el machsimo ocultos pero presentes en toda sociedad. Todo ello con el cinismo y el distanciamiento que solo otorga la edad.




25) "Moneyball" de Bennet Miller: película sobre un guión de los aclamados Steven Zaillian y Aaron Sorkin. Se nota especialmente la mano del segundo: al igual que en El ala oeste de Casa Blanca y  La red social, la película se centra más en analizar las causas y las consecuencias del fenómeno que en el fenómeno en sí (en este caso el mundo de los equipos profesionales de  baseball). Trata sobre el lado más amargo de... la victoria, pues relata como el equipo gestionado por Brad Pitt cosecha éxitos no a través del talento o del esfuerzo, sino siguiendo un complejo método de estadítica y finanzas. Esto queda realzado por la frialdad de la puesta en escena y del desarrollo de la cinta (no hay un sola secuencia de un partido en toda la película) que únicamente encuentra su vena emocional en la portentosa interpretación de Pitt y en su relación con el personaje de su hija.




24) "Rango" de Gore Verbinski: esta alucinante y alucinada cinta de animación ofrece un pastiche cocinado con ingredientes del western, del cine de animación más anárquico y de la comedia psicotrópica. Dotada de un singular sentido el humor, la película está cargada de hilarantes gags visuales, de guiños y parodias a clásicos de esos géneros, y de un formidable sentido el espectáculo. Supone una excelente alternativa a la animación de Pixar.


 
23) "Habemus Papam" de Nanni Moretti: original y atrevida propuesta que surge de la combinación de los siguientes elementos: teología, psicoanálisis, reglamentos deportivos y teatro, todo ello bañando en una capa de ironía y humor sutil a veces rayano en el surrealismo. La película aborda las desventuras de un cardenal recientemente elegido Papa que atraviesa una crisis existencial. Aunque parezca imposible no cae en el ridículo y sí brinda una interesante reflexión sobre la estructura de poder del Catolicismo.


22) "No habrá paz para los malvados" de Enrique Urbizu: la gran ganadora de la última edición de los Razzie españoles, los Goya, hace inevitable que todo buen espectador se pregunte cuantas obras maestras habría rodado este genio vasco de no vivir en un país en el que cuesta tanto financierse para sacar adelante una buen proyecto. La presente  es otra muestra del enorme talento cinematográfico del director de la también magistral La vida mancha (2003). Él mismo la ha definido como una palo en las costillas. Es una pelicula que se ubica entre el western y el policiaco, seca y áspera, llena de silencios, de personajes deleznables, y que recorre un Madrid sucio y decadente. Como el mejor cine negro, está sujeta a interpretaciones y dibuja una moral ambigua, no se decanta por ninguno de los dos caminos de la justicia que muestra (el oficial pero inoperante sistema, encabezado por la jueza Chacón; y las brutales medidas que se hallan fuera del marco legal empleadas por ese policía hijo de puta que encarna a la perfección Coronado). El espectador se va a casa meditabundo, con una sola conclusión: sea como sea, no habrá paz para los malvados.


21) "Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio" de Steven Spielberg: el tintinófilo más riguroso podrá alegar que esta adaptación supone una traición al espíritu del tebeo, donde la intriga y el trazo sugerente predominaban sobre la acción, pero no podrá discutir el innegable sentido del espectáculo  presente en toda la película desde sus geniales créditos de apertura. La película se asemeja más a la saga de Indiana Jones, llena de sus trepidantes set-pieces y cargada de su indomable espíritu de aventura. No faltan esas escenas de humor autoparódico, esta vez a cargo de tres fantásticos guionistas Steven Moffat (Coupling, Sherlock, Doctor Who), Edgar Wright (Shaun of the Dead, Scott Pilgrim vs. the World) y Joe Cornish (Attack The Block). En definitiva, una maravilla que va in crescendo hasta alcanzar el magistral clímax de la persecución en las calles de Marruecos.


15 de febrero de 2012

Beware the Ides of March

Caesar: The Ides of March are come.
Soothsayer : Ay, Caesar; but not gone.

                   ("Julius Caesar"; Act 3. scene1)  
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Erradicada toda duda sobre sus dotes interpretativas, "Los idus de Marzo" confirma el talento de Clooney detrás de las cámaras. La película basada en la obra de tetro de Beau Willimon se mueve con agilidad entre la política y el thriller. 


Es de sobra conocido el interés del director por la primera materia: "Buenas noches y buena suerte" (2005), la cinta que le valió varias nominaciones a los Oscar, y su manifiesto apoyo al partido demócrata americano así lo acreditan. Su último trabajo mantiene esa lúcida y en absoluto maniquea mirada a los entresijos del sistema político estadounidense. No se trata de un panfleto ensalzador de los demócratas, aquí hay leña para todos: políticos, partidos, medios de comunicación...

Para lanzar sus afilados dardos, se sirve de un magnífico reparto (Ryan Gosling, Paul Giamatti, Marisa Tomei, Philip Seymour Hoffman y él mismo) y de una atractiva trama llena de intrigas y secretos que hace que el espectador quede enganchado. Está rodada con pulso y aplomo, y carece de las arritmias narrativas que lastraban a la loable "Buenas noches y buena suerte".

Desgraciadamente, el discurso político acaba perdiendo peso y cede ante la truculencia del thriller (más seductor para el gran público) avanzando hasta un final abrupto que supone un abrazo total al cinismo inchorente con lo antes narrado. Aún así, pese a quedarse en un análisis superficial, es un film muy apreciable y realza a su director como una promesa a tener muy en cuenta.

"Los idus de Marzo" debería mirarse en el espejo de "The Good Wife", una de las series del momento, por no decir la mejor hasta el regreso de otros colosos como "Mad Men" o "Breaking Bad". 

La producción de CBS es un ejemplo a seguir en la sutilidad de sus tramas, que desfilan siempre en la cuerda floja, entre lo aburrido y lo morboso, entre lo insulso y lo ridículo. Llena de matices y con un ritmo pausado consigue hacer sencilla (y entretenidísima) su complejo entramado de subtramas y supone todo un logro al ser un soplo de aire fresco a las repetitivas y trilladas series de abogados: "The Good Wife" no es una más. Su profundo análisis de las estructuras de poder de Chicago nos muestra que los idus de marzo aún no se han marchado. Bajo una apariencia de mejora, se encuentran las mismas traiciones, los mismos maquiavélicos fines y la misma corrupción que ya retratara Shakespeare. La sociedad parece seguir igual de infecta que la de los tiempos de el Bardo de Avon. Como ha afirmado Clooney, “dejaremos que el público decida quién es Casio, quien es Bruto y quién es Julio César”.

5 de febrero de 2012

Sobre héroes y villanos

Una vez realizada la presentación toca dejarse de prolegómenos ponerse manos a la obra. Entre los temas que prometí tratar se hallaba el séptimo arte, una de mis mayores pasiones.

Acostumbro a acudir al cine entre una y cuatro veces al mes aprovechando cualquier ocasión e intentando no ausentarme a los estrenos más anhelados. Esta semana, con la calma que trae el cese de la tempestad que suponen los exámenes en la vida de todo estudiante que se precie, no he fallado a  mi habitual cita y le he podido hincar el diente al último trabajo del último clásico vivo, Clint Eastwood.

Su anterior película, "Hereafter" (misteriosamente traducida como "Más allá de la vida"), había supuesto una rareza en su excelsa filmografía. Duramente atacada por cierto sector de la crítica y completamente ignorada en todas las entregas de premios, respondía a un capricho personal de un viejo maestro curtido en mil batallas que ya no tiene que rendir cuentas a nadie. Sus verdaderos admiradores supieron reconocer que bajo esta nueva piel se escondía el mismo Clint de siempre (y su misma sabiduría) y admitieron su absoluta coherencia con el resto de su obra.

Un año después (parece que Eastwood, al igual que el también ya clásico Allen, ha alcanzado el ritmo de cinta por año), "J. Edgar"  se antojaba como un retorno a la ortodoxía y a los lugares comunes de su filmografía: los trapos sucios de la sociedad americana. Pero, si bien en  obras maestras como "Mystic River", "Million Dollar Baby", "Gran Torino" o "Poder absoluto" ponía el acento en cómo resuelven sus conflictos los propios ciudadanos de forma independiente, aquí se encargaba de analizar los medios que utiliza el estado.

El cineasta, que cumplirá 82 años en unos meses, demuestra que sigue en plena forma regalándonos (una vez más) otra joya. Se trata de un biopic denso, complejo, valiente, arriesgado y comprometido, con una audaz voz narrativa: es Hoover el que relata parte de la historia a su biógrafo (con todo lo que ello implica).

Eastwood consigue retratar a un J. Edgar lleno de miedos e inseguridades, de carácter obsesivo (por momentos se diría que DiCaprio, espléndido por cierto, continúa interpretando al trastornado Howard Hughes en "El aviador"), sexualidad reprimida y moralidad maquiavélica, capaz de todo con tal de lograr sus fines, pero también consigue dotarle de humanidad y cierta ternura al personaje. No juzga ni justifica. Ahí sigue la ambigüedad marca de la casa, los constantes claroscuros de su obra, los infinitos matices del gris.

En muchos aspectos, la película se desvela como el perfecto negativo de "Enemigos públicos" (2009). Ambas se centran en figuras históricas de los Estados Unidos, personajes ambiguos, con sus virtudes y con sus defectos, ni héroes ni villanos: su enfrentamiento forjaría el futuro de su país.

Mientras que la cinta de Michael Mann se centraba en Dillinger, paradigma de libertad y justiciero del pueblo (un Robin Hood de los América de la crisis del 29, vaya), Hoover aboga por la seguridad del estado ante todo, combatiendo todo tipo de pensamiento que se desvíe de lo establecido, al que tilda de "radical" y en el que ve una constante amenaza para su amada patria. Este oposición también tiene su eco en la forma: el clasicismo y la sobriedad de Eastwood para reflejar a su metodológico y meticuloso personaje es diametralmente opuesto a las endiablada modernidad que desprende el estilo del director de "Heat", cuya película fue rodada digitalmente, para captar el romántico y libérrimo espíritu del mítico atracador de bancos. Sería muy recomendable hacer una doble sesión con ellas, ambas rabiosamente actuales, hijas de su tiempo, de una época marcada por el 11-S y el 15-M.

2 de febrero de 2012

Arrancando

El que escribe estas líneas lleva intentando crear un blog desde hace algo más de un par de meses, pero hasta el momento presente ninguna de las tentativas había alcanzado buen puerto.

Varios han sido los impedimentos (escasez de tiempo, excedente de pereza...), pero el mayor escollo era el respeto ante la ingente cantidad de blogs en la red. ¿Había lugar par uno más? ¿Merecía la pena plasmar mis opiniones e ideas sobre música, literatura, cine y actualidad cuando ya existían numerosas webs de esa índole creadas por personas con mayor capacidad y dedicación o mejor cualificadas para tratar esos temas? La respuesta era un no. 

Curiosamente, hoy se ha producido un cambio de parecer; hoy, el Día de La Marmota, día en el que a toda persona de bien se le viene la cabeza la imagen de Bill Murray y tararea de forma casi inconsciente "I got you babe" de Cher.

Si perteneces a esta última categoría, sabrás que estoy pensando en la película de 1993, "Groundhog Day" ("El Día de La Marmota"), misteriosamente traducida al español como "Atrapado en el tiempo". En este clásico moderno del intermitente Harold Ramis ("Analyze This") Bill Murray interpreta a un presentador de noticias que queda mágicamente condenado a vivir el mismo día (de la marmota) una y otra vez. (A partir de este momento ¡¡¡SPOILERS!!!): Al principio se verá invadido por una sensación de hastío que desemboca en una depresión, por lo que intentará poner fin a sus desdicha por varios medios (incluyendo el suicidio), probándose todos inútiles. Hacia el final de la película, el personaje de Murray decide aceptar su situación intentando completar ese día de la mejor forma posible una y otra vez, ya sea actuando como un buen samaritano o aprendiendo poesía y piano. Poco a poco se acaba resignando con cierta satisfacción hasta que logra escapar de ese círculo vicioso y volver a la normalidad.



La historia sirve como brillante metáfora de nuestra vida, en la que prácticamente todos los días se suceden de forma idéntica sin cambios significativos: lo único que podemos hacer es amarla tal y como es e intentar mejorarla ayudando al prójimo y a través del enriquecimiento personal.

De la misma forma, al escribir, estamos "condenados" a tratar los mismos temas una y otra vez, por mucho que intentemos camuflarlo bajo una nueva forma. Sólo nos queda intentar luchar para alcanzar un pequeño margen de originalidad, para ofrecer una nueva perspectiva, en definitiva, para introducir una variante por muy pequeña que sea. Así, el que escribe estas líneas se resigna a repetir la ideas expresadas por otros antes y mejor, pero albergando la esperanza de poder arrojar un poco más luz, de iluminar nuevos rincones.

En cualquier caso recuerda siempre lo que decía Jim Jarmusch“Nothing is original. Steal from anywhere that resonates with inspiration or fuels your imagination. Devour old films, new films, music, books, paintings, photographs, poems, dreams, random conversations, architecture, bridges, street signs, trees, clouds, bodies of water, light and shadows. Select only things to steal from that speak directly to your soul. If you do this, your work (and theft) will be authentic. Authenticity is invaluable; originality is non-existent. And don’t bother concealing your thievery - celebrate it if you feel like it. In any case, always remember what Jean-Luc Godard said: “It’s not where you take things from - it’s where you take them to.” 





PD: ¡Feliz Día de La Marmota!