31 de marzo de 2013

Top 2012 (V)

12) La guerre est déclarée


- ¿Por qué nosotros? ¿Por qué Adán? 
- Porque podemos superarlo.



11) Un amour de jeunesse


“A tu edad nada es en vano. La vida nunca es como te la esperas. Tu relación con el mundo está por hacerse. Depende de ti para transformarla en algo profundo, verdadero. Solo así te conviertes en tú mismo.”



10) Amour


- Es hermosa.
- ¿El qué?
- La vida… tan larga. 



9) Beasts of the Southern Wild


“Veo que soy una pequeña pieza de un gran, gran universo, y así es como debe ser.”



8) Mi loco Erasmus


“¿Lo ves, Miguel? ¿Lo ves? Ésta es la experiencia Erasmus, esto es Erasmus.”



7) Moonrise Kingdom


- Querida Suzy, éste es mi plan...
- Querido Sam, mi respuesta es sí.
- Querida Suzy, ¿cuándo?
- Querido Sam, ¿dónde?




6) Tabu


“Si la memoria de los hombres es limitada, la del mundo es eterna y a ella nadie podrá escapar.”



5) Extraterrestre


“Es que los extraterrestres somos así.”



4) Holy Motors


- Déjame preguntarte. ¿Qué es lo que te hace continuar, Oscar?
- Lo mismo que me hizo empezar: la belleza de actuar.
- ¿La belleza? Dicen que está en el ojo, en el ojo del espectador.
- ¿Y si no hay espectadores?




3) The Master


“Si consigues vivir sin servir a ningún amo, a ninguno, avísanos a los demás, porque serás el primero en haberlo conseguido.”



2) This Is Not a Film


“Si una película puede ser contada, ¿para qué hacerla?”



1) Cosmopolis


“Porque el tiempo es un activo corporativo ahora. Pertenece al sistema de libre mercado. El presente es difícil de encontrar. Está siendo arrastrado fuera del mundo para dar paso al futuro de los mercados no controlados y el potencial de grandes inversiones. El futuro se hace insistente. Esta es la razón por la que algo va a ocurrir pronto, tal vez hoy.”

Miss Subsuelo 2012

El lector más avispado se habrá percatado de que el anterior post del Top 2012, el cuarto y penúltimo, solo cuenta con ocho películas en lugar de las diez habituales de los tres anteriores. Me gusta pensar que se debe a que de las doce restantes me ha resultado imposible dejar dos títulos fuera de la crème de la crème del año que es el último bloque. Así ha estado el nivel este año. También podría ser  para elegir doce películas del 2012. O tal vez simplemente me haya dado pereza.


Lo importante es que en la próxima publicación estarán mis doce películas favoritas del año. Doce obras maestras indiscutibles que todo cinéfilo que se precie debería ver. Unas han sido aclamadas desde su estreno de forma uniforme, otras han sido más polémicas dividiendo a la crítica y unas pocas han pasado casi desapercibidas. En cualquier caso, esperemos que el tiempo ponga a todas estas joyas donde se merecen, pero antes de desvelarlas, una entrada algo más ligera y amena después de tanto texto concentrado.

Ha llegado la hora de elegir a las cachondas del año. Solo una podrá conseguir el anhelado título de Miss Subsuelo. Las nominadas son:


- Penélope Cruz como mujer de rompe y rasga en To Rome with Love. Vestida de rojo de los pies a la cabeza y balbuceando italiano, Pe encarna a la clásica profesional del amor con buen corazón del cine de italiano. Congratulatione.



- Emily Blunt ha tenido varios papeles destacados este año (Looper, The Five-Year Engagement) pero está aquí por el personaje que componen con tanta naturalidad en My Sister’s Sister.



- Charlize Theron está tan perfecta en Prometheus que me pase toda la película barruntando si ella, al igual que el personaje de Fassbender, no sería también un androide. Aun así yo prefiero a la Charlize más desaliñada y loca de Young Adult.



- Eva Green haciéndose de vampiresa malvada y retorcida es posiblemente uno de los pocos motivos para ver Dark Shadows otro patinazo más en los últimos años de la carrera de Tim Burton. Menos mal que este año lo ha compensado con la loable Frankenweenie, pero como (todavía) no me van las muñecas de plastilina, es por su peor película del 2012 por la que Burton entra en este ránking.



- Mila Kunis no tiene suficiente con ser una novia cachonda del Mark Wahlberg en Ted sino que encima le deja liarte porros en casa y ver la tele en calzoncillos mientras come cereales directamente de la caja. La mujer ideal, vaya.



- Jessica Chastain da vida a la agente de la CIA que atrapó a Osama Bin Laden en Zero Dark Thirty. Además de su fascinante belleza y de la chulería de la que hace gala su personaje, tiene, como diría Seth Rogen en The Green Hornet, una de las cosas que más aprecio en una mujer: un buen par de pelotas.



- Cualquier chica que salga en Project X, la película con más tías buenas por metro cuadrado de la historia.



- Emma Stone, aquí con su pelo rubio natural, es Gwen Stacy, esa chica del instituto por la que nos hubiéramos cortado una mano a cambio de una cita con ella. Al malnacido de Peter Parker le basta con ser mordido por una araña mutante y tener unos superpoderes de pacotilla en The Amazing Spderman.



- Ana Rujas encarna otra fantasía del hombre heterosexual en Summertime. Su personaje es una morenaza potente con cerebro de mosquito que se pasa la película entera en bikini.



- Michelle Jenner es el eje sobre el que giran embelesados el resto de personajes de Extraterrestre. Para el papel se necesitaba a una chica llena de encanto, belleza y naturalidad y cierto picardía, requisitos que cumple con creces. Además enseña el culo. Adrede.



- Anna Hutchison se hace con su lugar en esta lista por The Cabin in the Woods. Vale, sí, cierto, hasta hace nada no tenía ni idea de quién era, pero, maldita sea, sale dándose el lote con una cabeza de lobo disecada. ¿Necesitas más información? Sale en la tercera temporada de Spartacus. Sí, esa serie en la que el 100% de las actrices parecen recicladas de la industria pornográfica.



- Scarlett Johansson de pelirroja y enfundada en un ajustado traje de cuero negro salva a la humanidad en The Avengers. Sí, sí, has leído bien. De pelirroja. En un ajustado traje de cuero negro.



- Leticia Dolera con ayuda de  una motosierra ha conseguido en REC3 transformar a la clásica novia española en un icono pop. Hasta el más cobarde se enfrentaría a esas hordas de zombies para rescatarla.



- Jennifer Lawrence se ha llevado un oscar y está nominada a un premio más importante todavía gracias a su interpretación de una ninfómana de mal carácter pero con buen corazón en Silver Linings Playbook. También es aficionada a bailar en leggins, indiscutiblemente uno de los diez mejores inventos del siglo XX. ¿He dicho ya que su personaje es una ninfómana?



Y la ganadora es… Jessica Chastain. Su cabello rojo fuego, su pálida tez punteada con unas cuasi imperceptible pecas, sus preciosos ojos verdes y su par de pelotas la convierten en Miss Subsuelo 2012.  

Permaneced atentos, pues próximamente Jessica y yo tendremos el placer de anunciar conjuntamente las doce mejores películas del año.


Top 2012 (IV)

20) Chronicle
Sorprendente cruce de caminos ente las películas de  instituto, los superhéroes y la (acertada) grabación en formato found footage dando lugar a un inédito pero satisfactorio resultado. La primera película de Josh Tank es tremendamente original tanto en el fondo como en la forma. Partiendo de la misma base que la estupenda Misfits (serie de Channel 4), Chronicle nos cuenta cómo tres adolescentes adquiere superpoderes en un accidente pero en lugar de utilizar para fines altruistas los ponen al servicio de sus caprichos personales. Su éxito radica en que, a fin de cuentas, es una perfecta reconstrucción de la fantasía del adolescente frustrado que soñaba con ligarse a la guapa de la clase y pegarle una paliza al malote de turno. Pero Chronicle no se detiene en su fascinante premisa y lleva más allá la problemática que ésta genera hasta alcanzar un oscuro y trepidante final convirtiéndose en un nuevo hito del cine de superhéroes.

19) The Deep Blue Sea
Travelling lateral. Una calle inequívocamente londinense. Edificios reconociblemente victorianos. El Segundo movimiento del Concierto para violín de Samuel Barber. El rostro melancólico de Rachel Weisz… Con esta parsimonia Terence Davis nos introduce en el universo de la protagonista de la cinta, Hester, una mujer derrotada por sus sentimientos y subyugada por sus pasiones. The Deep Blue Sea es una clásica historia de amores y desamores a flor de piel, de deseos ocultos y romances prohibidos. Sí, es una historia que ya hemos visto y leído cientos de veces, pero nunca así. La dirección de Davis parece empeñada en conjurar en cada plano una tristeza infinita y desgarradora, casi gélida, que acompañada de los violes de Barber (recurrente durante todo el metraje) sobrecoge al espectador más aguerrido.


18) Diamond Flash
Clásico de culto instantáneo, cabeza visible del denominado cine low-cost español, obra reverenciada en determinados círculos… es casi imposible abordar la opera prima de Carlos Vermut, dibujante de comics y ahora también cineasta (prepara ya su segunda película, Magical Girl), sin chocar con el fenómeno en el que ha devenido: sí, Diamond Flash está rodada con un presupuesto minúsculo (concretamente el dinero que ganó Vermut al llevarse un galardón por un comic) y casi entre amigos, pero por encima de todo es una asombrosa y enigmática obra maestra. Una historia de superhéroes en la que no sale el superhéroe, una comedia costumbrista, un relato de terror lleno de misterios, un drama social… Diamond Flash parece estar destinada a ser disfrutada más que comprendida convirtiéndose en un oscuro y fascinante objeto abierto a la interpretación que en unos años será contemplado como la primera piedra del cine que vino después.

17) Django Unchained
Si en Inglorious Basterds Tarantino revisaba uno de los episodios más abyectos de la Historia (la Segunda Guerra Mundial) con su habitual sello particular (humor negro y caricaturesco, magníficas bandas sonoras anacrónicas, múltiples guiños y homenajes, larguísimos e ingeniosos diálogos…), aquí le toca el turno a la época del esclavismo estadounidense en los años previos a la abolición. Así, Tarantino se permite rodar su primer western puro, ya que anteriormente había rondado el género en su filmografía. Sus referentes son sobre todo y como siempre las carreteras secundarias: Corbucci, Leone y las películas de mandigos. Añádase a esto el resto de sus obsesiones, en especial la blaxploitation representada por el protagonista que encarna Jamie Foxx. Django Unchained  quizá sea la película más irregular de Quentin, la más excesiva en su duración y la más descabalada en su tono, pero aun así no deja de ser una nueva genialidad de un director desatado, o, mejor dicho, desencadenado.  

16) Looper
La mejor película de ciencia-ficción del año es esta intrincada historia de viajes en el tiempo. Con una coherencia interna a prueba de bombas, Rian Johnson construye un sólido relato más en la línea de Los cronocrímenes que de Donnie Darko a partir de una genial idea: en un futuro no muy lejano la ciencia ha hecho imposible la desaparición del cuerpo de las víctimas, luego estas son enviadas a través de una máquina del tiempo al pasado, donde los loopers, un grupo de asesinos a sueldo, se encargan de eliminarlas. Pero si por algo destaca la película del director de Brick es por construir unos personajes con profundidad psicológica y una trama que no se limita a las paradojas temporales sino que coquetea con otros géneros. El cine negro en el comiezo, el western (Shane) en el tramo central que tiene lugar en una área rural alejada de las usuales megaurbes futuristas y el cine de acción  ya hacia el final en un espectacular tiroteo protagonizado por Bruce Willis que sus fans llevábamos esperando toda la película. No obstante, en ningún momento olvida sus raíces hundidas en la más clásica ciencia-ficción y resuelve la trama de paradojas con un elegante y conmovedor final que revela un lado poético dentro de su calculadora propuesta.

15) Summertime
En un año plagado de magnificas cintas que profundizan en la intertextualidad y el metalenguaje (7 psicópatas, Dans la maison…) Summertime es la que más hondo explora sus límites. En realidad, la película de Norberto Ramos del Val no entiende de límites. Tampoco de reglas o de mesura alguna. Se trata de otra película española low-cost grabada en un par de días y apartada del circuito comercial casi directa al DVD: es decir, otra película en la que el director reúne todas las condiciones necesarias para hacer lo que le plazca sin rendir cuentas a nadie ni mirar hacia el dinero o el prestigio. Norberto Ramos del Val ha rodado el equivalente cinematográfico a esa mano de Escher que se dibuja a sí misma permitiéndose retorcer esta espiral a su antojo haciendo trabajar mecanismos casi desconocidos de la mente del espectador hasta que le estalle la cabeza. Todo ello bañado por un espíritu lúdico-festivo y un humor desenfadado que ya comienza con esas dos protagonistas que se pasan la cinta entera en bikini. Una película a reivindicar como clásico de culto.


14) The Raid
Hay películas que no destacan por su elaborada trama o por sus magníficas interpretaciones. Hay películas que destacan básicamente por su belleza. The Raid es una de ellas. Pocas veces se han visto unas hostias tan bellas en la pantalla. Un festín de mamporros, de peleas de artes marciales coreografiadas con un generoso sentido del espectáculo que se suceden sin apenas parones durante 100 minutos de metraje y todo ello sin que decaiga ni un ápice su ritmo o su magnetismo. Una historia mínima pero bien llevada y con algún que otro giro propio del thriller y un reducido número de personajes son suficientes para rodar la mejor película de acción en años. Prácticamente perfecta, con una tensión que va en aumento gracias a esa violencia palpable y con unos combates extremadamente cuidados que parecen danzas de ballet en las que cada movimiento es una auténtica gozada.

13) Tyrannosaur
Pese a la sencillez de su trama, la película de Paddy Considine es inclasificable. Se podría emparentar con cierta corriente del realismo sucio inglés, pero no se has visto nada como Tyrannosaur. Bueno, en realidad sí que lo has visto. Seguro. Ayer, arrastrándose por la calle o tirado en un parque. Esas personas descastadas que pretendemos no ver. El protagonista de la cinta es una de ellas. Lleva una vida brutal, ausente de comodidades, en los suburbios de la felicidad. Tyrannosaur es una película dura porque nos muestra su realidad (la realidad de muchas personas). Es una película dura, sincera y jodida, sí, pero precisamente su grandeza reside en mostrar un halo de esperanza en mitad de esa cloaca en la que está inmerso el protagonista sin recurrir a triquiñuelas y sin abandonar su mirada descarnada. 

30 de marzo de 2013

Top 2012 (III)

30) Brave
Parece que Pixar no pincha. Nunca. Es incapaz de estrenar algo ligeramente mediocre. Sus producciones siempre alcanzan la excelencia y Brave no se ha quedado atrás pese que a que algunos sectores de la crítica ya hayan catalogado como obra menor, conservadora e infantil. Puede que no suponga una idea tan revolucionaria como Up o Wall-E, pero es un fantástico cuento de princesas capaz de partir de los tópicos para pervertirlos componiendo una emotiva historia que reflexiona sobre las relaciones paterno-filiales, la herencia y el cambio, y lo viejo (Disney) y lo nuevo (Pixar). Una de las mejores animaciones que este cronista ha visto se ocupa de insuflar vida al relato dedicando una descomunal dedicación en reconstruir desde cada rizo del cabello de la protagonista hasta cada brizna de hierba de las Highlands escocesas.


29) In Another Country
Como si de variaciones musicales se tratara, Hong Sang-soo estructura esta supuesta comedia ligera en tres fragmentos muy similares a los que va introduciendo pequeños matices que les diferencian  a unos de otros. La misma armonía pero distinta melodía y distinto tempo. Las historias siguen un sencillo patrón: una turista francesa encarnada por Isabelle Huppert llega a un tranquilo pueblo de la costa coreana armando toda clase de enredos amorosos. El quién, por qué y con quién va permutando de una historia a otra, pero siempre se mantienen constantes los mismos temas de fondo: el amor, la infidelidad, el deseo… Con la sencillez y la naturalidad que le caracterizan, el director de Oki´s Movie nos muestra cómo interactúan estos personajes y construye un fascinante juego de espejos entre tres historias que dialogan entre sí hilvanando un todo mucho mayor a la suma de sus partes: una de esas agradables comedias que en su apariencia de humildad revela grandes verdades.


28) The Guard
Uno de los títulos que más me ha costado dejar fuera este año ha sido 7 psicópatas, la nueva película del director de la extraordinaria In Bruges, Martin McDonagh. Ambas películas beben a partes iguales del revisionismo pop tarantiniano, el humor negro de los Coen y el Teatro del Absurdo (Becket en especial) consiguiendo, no obstante, un universo propio. Pero mientras que In Bruges suponía una estimulantes novedad, 7 psicópatas carecía de esa frescura que convertía a su anterior trabajo en algo tan sorprendente, frescura que también he encontrado en el debut de su hermano John Michael McDonagh. En The Guard se mantienen presentes las mismas constantes familiares (incluso emplea a Brendan Gleeson de también) dando lugar a una finísima comedia negra con toques de thriller y la suficiente cantidad de peculiares matices (ahí están esos villanos que discuten sobre Schopenhauer) para convertirla en una película única.


27) Wreck-it Ralph
Pese al excepcional trabajo de Pixar este año, ha sido la vieja Disney la que se ha facturado la mejor película de animación del 2012. Algo así como “el Toy Story de los videojuegos”, Wreck-it Ralph nos muestra la vida secreta de los personajes de los recreativos arcade con mucho cariño y conocimiento de causa reflejado en la maravillosa traducción del lenguaje de las consolas al medio cinematográfico. Un divertido y tremendamente emotivo homenaje al denostado arte del videojuego que además encierra en las aventuras del protagonista una rica reflexión sobre el libre albedrío y nuestro lugar en el mundo.


26) The Muppets
El regreso de los teleñecos tras unos años desaparecidos del mapa ha resultado capaz de reavivar una saga caída en el olvido hasta el punto de que en estos instantes se está rodando una secuela esta vez protagonizada ni más ni menos que por Ricky Gervais.  ¿La clave? Saber renovar la antigua fórmula pero, eso sí, manteniendo intacta su  esencia. Para ello ha contado con un acertado casting lleno de humor y caras conocidas, unos divertidos números musicales y un milimetrado guión con bienvenidas dosis de autoconsciencia, intertextualidad y acidez insospechadas a primera vista.


25) Zero Dark Thirty
Tras la loable pero irregular The Hurt Locker (En tierra hostil), Katrhyn Bigelow vuelve con una película que continúa la senda hiperrealista de ésta (cámara en mano, discreto score…). Gélido retrato de las pesquisas de la agente de la CIA que capturó a Bin Laden (magníficamente interpretada por Jessica Chastain), ha levantado ampollas  dado que el tema sigue candente (recuérdese que los hechos narrados sucedieron hace menos de 2 años). En realidad, se trata de una obra ejemplarmente imparcial y aséptica, ajena a toda clase de manipulaciones y juicios morales y cuya ambigüedad ha despertado toda clase de interpretaciones. Bigelow sirve los hechos y deja que el espectador los digiera como desee.


24) Oslo, 31 de Agosto
Se podría decir que existe un género propio para aquellas obras que se desarrollan en un solo día capturando todas las emociones del protagonista, como un corte transversal sobre su vida. Solo vemos una parte minúscula, pero la podemos ver con más precisión e intensidad. En Oslo, 31 de Agosto no sabemos mucho de Anders, nuestro protagonista; unos pocos detalles por encima para que el espectador no se encuentre completamente desubicado son suficientes. Sabemos, eso sí, que se encuentra en un profundo estado de depresión y que ha intentado terminar con una existencia destrozada por la drogadicción. Durante el día en el que transcurre la película Anders se debatirá entre la vida y la muerte mientras se encuentra con viejos conocidos, charla con amigos, acude a su psiquiatra, y, quizá, le da una última oportunidad para el amor y la redención.  La segunda película de Joachim Trier, primo de Lars, es directa y fría como una bala de hielo dirigida al corazón gracias a una asombrosa capacidad para dibujar un cuadro de las emociones y pensamientos que dan vueltas en la cabeza del  protagonista generando una desgarradora empatía.


23) No
Magistral pieza de cine político-histórico con la que Pablo Larraín culmina su trilogía sobre la historia reciente de Chile (Tony Manero y Post Mortem las anteriores) en la que son admirables varios atributos: su fluida narración que permite asimilar la cantidad de datos históricos que lanza, su facilidad para pasar de la ficción a las imágenes de archivo mediante su particular formato de vídeo (el mismo con el que se grababa en los años del plebiscito), sus deliciosas pinceladas de ironía y mala baba, el excelente trabajo de un Gael García Bernal que lleva el peso de la película… Pero, sin duda, lo que hace de No una obra maestra es su inteligente y desengañada mirada sobre una política bañada del desencanto generado por la ausencia de un cambio real: tras la victoria de los acontecimientos yace oculta una derrota mucho más profunda.


22) Blancanieves
Película increíble en todos los sentidos: un vasco rueda una versión muda y en blanco y negro del cásico cuento ambientada en la Andalucía del toreo, el flamenco y las barracas de feria. Pablo Berger, que ya se había erigido como una fascinante anomalía dentro del cine español con la brillante Torremolinos 73, consigue encajar todas las piezas de esta extrañísima amalgama para ir más allá del mero homenaje y lograr una obra valiente, mágica y única. Llena de sabiduría cinematográfica pero a la vez revestida de inocencia e ilusión, Blancanieves demuestra que aún podemos caer bajo el embrujo de las viejas historias.


21) Scabbard Samurai
La tercera película de Hitoshi Matsumoto, uno de los más sorprendentes de los últimos años puede resultar, a priori, más convencional que sus anteriores trabajos, pero en el fondo es tan radical e innovadora como ellos. Scabbard Samurai podría pertenecer a esa clase de películas que narran las hazañas de estos guerreros con un estricto código de honor (Los siete samuráis, Harakiri...), pero presenta una particularidad: el protagonista ha perdido su katana con la deshonra que ello entraña. Así pues, nos encontramos a medio camino entre la parodia y el homenaje al cine de samuráis: Matsumoto parte de un humor basado en el patetismo que parece inspirado en Humor amarillo (el programa creado por Takeshi Kitano) para llegar a agudas conclusiones sobre los valores de la elite militar japonesa. Como bien es sabido, solo hay un paso de lo sublime a lo ridículo, o, en este caso, de lo ridículo a lo sublime, y el director de Symbol es de los pocos directores contemporáneos que se atreven a darlo. 


16 de marzo de 2013

Top 2012 (II)

40) Paranorman
En un año con una gran cosecha de cine de animación, la nueva película de Laika, el estudio responsable de la magnífica Coraline, se hace con un lugar en esta lista gracias a su espectacular diseño de personajes que les dota de una gran expresividad, pero sobre todo, destaca por su inteligente guión capaz de combinar un tono a priori infantil con homenajes al terror gótico más puro en la senda de la citada película de Henry Selick. Por si fuera poco también se atreve con incursiones a la serie B haciendo gala de un humor macabro y logra ofrecer una certera radiografía sobre una sociedad llena de miedos y prejuicios empeñada en esconder bajo la alfombra a los melancólicos chicos ostra burtonianos con tal de no enfrentarse a sus pesadillas. Mucho más ácida y aguda de lo que pudiera parece a primera vista, tampoco renuncia a la más pura emoción en su clímax final.


39) Killing Them Softly
La tercera película de Andrew Dominik ha sido una de las grandes olvidadas de la temporada de premios, ni siquiera la excelente actuación de Brad Pitt (cada año mejor) ha sido reconocida con alguna nominación en los certámenes de mayor alcance mediático. En el fondo era de esperar, pues Killing Them Softly es un ataque frontal a los Estados Unidos sin asideros o válvulas de escape. El director australiano  ofrece una de las más negras visiones de Norteamérica jamás vistas en la que toda relación tiene como único motor el dólar: "America's not a country, it's a fucking business", al decir del protagonista en un explícito y directo parlamento a cámara, pues se trata de una cinta que no busca la sutileza y ambigüedad  Estamos ante una respuesta inflamada y rabiosa a los tiempos que corren. Si en su anterior trabajo, El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, Dominik retrataba elegíacamente un Far West crepuscular en el que los viejos valores están empezando a desaparecer, aquí ya no queda ni rastro de ellos. Tampoco se avistan el lirismo ni la pausa de aquella; han sido remplazados por un ritmo frenético con una trama que apenas cuenta con desvíos: se trata de una historia breve, sencilla y seca que te golpea como un palo en las costillas dejándote aturdid. Donde antes se escuchaban melodías compuestas por Warren Ellis y Nick Cave, ahora solo suenan de fondo noticias de la crisis.


38) REC 3
Las dos anteriores entregas de la saga REC eran dos notables ejercicios de terror realizados en forma de found footage. Sin desmerecer a sus antecesoras, esta tercera parte rodada en solitario por Paco Plaza las dos anteriores fueron dirigidas al alimón con Jaume Balagueró, que en esta ocasión tenía entre manos la cuarta y última cinta) da un cambio de rumbo hacia la comedia más disparatada. Una maniobra arriesgada y temeraria que ha dejado por el camino a varios de los antiguos fans: ellos se lo pierden. En lugar de repetir la jugada con el único fin de hacer caja, Plaza decide renovar el universo REC obteniendo un producto completamente original que no agota ni abusa de los hallazgos previos y que añade toneladas de humor y mucha mala leche para todos (desde los infames bodorrios con camisas moradas, hasta la SGAE, pasando por algunas ridículas tradiciones, españolas en general y valencianas en particular). El componente metacinematográfico sigue ahí (la película comienza con el menú de un DVD, como si se tratara de un vídeo de una boda) y en los primeros minutos se mantiene el formato cámara en mano hasta que por un golpe de trama se pasa a una cámara cinematográfica más convencional para narrar lo que en ciertos aspectos podría contemplarse como el Shaun of the Dead patrio.



37) The Avengers
Uno de los proyectos más titánicos del Hollywood de los últimos tiempos que ha tardado años en levantarse. Ha sido necesaria la creación de cuatro franquicias (Thor, Hulk, Iron Man y Capitán América) y su posterior convergencia para empezar a trabajar en ella. Este circo solo podía ser puesto en escena por alguien como Joss Wedhon: director (Serenity), showrunner (Buffy Cazavampiros, Angel, Firefly...), guionista de cómics (Astonishing X-Men), pero, por encima de todo, un fan, como tú y como yo. Sus Vengadores bien pueden ser la mejor adaptación de un cómic de superhéroes a la pantalla de todos los tiempos. Desde luego es la que mejor ha entendido lo que es llevar un tebeo al cine (con todas las dificultades que entraña el salto de medios): una película, un arco argumental. Estructurada a golpe de set-pieces ahorrando bastante en aburridas presentaciones de personajes y reflexiones baratas, contiene todo la acción y el sentido del espectáculo que un lector pueda esperar. El séptimo arte nuca ha estado tan cerca del noveno como en ese fascinante  plano-secuencia de la pelea final en el que la cámara va pasando de vengador a vengador como si fuesen viñetas.


36) The Cabin in the Woods
De nuevo toca darle las gracias al omnipresente Joss Whedon, aquí en su faceta de productor, sin menospreciar la labor del director Drew Goddard (creador de Cloverfield, esta vez a la vera de J. J. Abrams). The Cabin in the Woods es probablemente la película de terror más original de los últimos años. Una inteligente propuesta que se dedica a montar todos los tópicos de este tipo de cine para luego desmontarlos uno a uno y darles la vuelta en un giro que podría asociarse a las metaficciones de Charlie Kauffman.  Parte del subgénero de historias de cabañas perdidas en el bosque para, a medida que avanza la trama, convertirse en algo único que es capaz de aglutinar muchos más tipos de horrores, por no decir todos. Quizá se le puede acusar de ser demasiado cerebral, pero no es tanto una cinta que busque la sorpresa o el susto al uso, sino una reflexión sobre su género. No obstante, su desenlace depara un auténtico festival de terror en el que se desata el Apocalipsis y se abren las puertas del infierno liberando todas las fuerzas del pandemonium.


35) Ted
Debut en la gran pantalla de Seth MacFarlane, creador de Family Guy. Una máquina de hacer reír desde un prólogo que es oro puro: una lección sobre cómo presentar la trama en poco tiempo y con mucho humor. Tras los créditos iniciales la película logra aguantar el tipo y mantiene el nivel cómico con una continua aportación de memorables gags socarrones y macarras. Los grotescos momentos protagonizados por este pelicular oso son lo que da brillo al conjunto elevándolo por encima de la tópica comedia romántica con protagonista masculino inmaduro, amén de la aparición estelar de un cameo que prefiero no desvelar. Todo ello coronando una agradable historia de amor y amistad que se atreve a llevar a la trama hasta las últimas consecuencias respetando su coherencia interna. Finalmente, si ya hemos advertidos del prólogo, su magnífico epílogo no se queda atrás y deviene en un broche perfecto para esta comedia bufa en la que MacFarlane se estrena en Hollywood dando un golpe de autoridad sobre la mesa.


34) Alps
Giorgios Lanthimos continúa explorando las sombras de nuestra sociedad con otra historia profundamente sórdida. Si en su anterior trabajo, Canino, el oscuro objeto del análisis era la familia, aquí el director griego clava su bisturí en el conjunto de la sociedad. La trama ya anuncia lo barroco del proyecto: Alps es el nombre en clave de un colectivo especializado en hacerse pasar por personas fallecidas que contratan los propios familiares u otros allegados del difunto. A partir de esta premisa, Lanthimos llevará hasta extremos enfermizos estos "robos" de identidad dando lugar a situaciones realmente perturbadoras: escenas de unas cargas sexuales y de violencia realmente incómodas (y siniestras) rodadas sobriamente y sin recato alguno,  con la cámara como testigo incapaz de apartar la mirada.


33) The Imposter
Otro extraordinario documental que entra en la lista. Genera una continua confusión entre realidad y ficción en la cabeza del espectador, que no sabe si lo que le cuentan sucedió realmente o si está ante un falso documental. El gran acierto del director es mantener esa ambigüedad todo el metraje aumentando la tensión y la incomodidad que genera el desconocimiento de la realidad de los hechos. Su increíble trama también atrapa y consigue poner la piel de gallina en la misma forma en que lo haría una película de suspense puro. Estamos a lo más parecido que hay a un documental filmado por Hitchcock. Y de postre, un agudo retrato de una (tenebrosa) familia de clase baja americana y de sus más oscuros secretos. Uno no sabe a quién creer dentro de esta fascinante maraña de mentiras y simulaciones.


32) Killer Joe
Seguimos hablando de familias de clase baja americana, pues en su seno se desarrolla la historia de la última película de William Friedkin. A sus casi 80 años (sí, sí, 80), este clásico vivo del cine americano nos obsequia con una enérgica película dirigida con el entusiasmo de un principiante (pero con la experiencia de un viejo zorro). En muchos aspectos, similar a la arriba reseñada Killing Them Softly. Aquí también (casi) todos los protagonistas se mueven por dinero, pero a diferencia de la película de Dominik en la que cargaba las tintas contra un sistema político/ financiero/ ético podrido, aquí el auténtico enemigo es la sempiterna condición humana, que Friedkin contempla desde un prisma de pesimismo. Noir con elementos de western (o al revés), muestra la total falta de valores de ese grueso de la población norteamericana que vive en caravanas muy alejadas de los elegantes rascacielos que se ven desde la distancia. Película también de clima  sórdido y humor negro que la dotan de un tono muy particular, está llena de personajes excepcionales y algunas escenas inolvidables.


31) Martha Marcy May Marlene
La ópera prima de Sean Durkin sorprende por el aplomo que muestra el director en esta historia de sectas que transmite una continua sensación de desasosiego y tensión. Hay en cada uno de sus planos una amenaza imperceptible pero siempre latente que contagia al espectador la paranoia y el temor de la protagonista, llevada a la vida con credibilidad por una Elizabet Olsen (hermana de las famosas gemelas) a seguir. Como han apuntado muchos críticos, tiene el tenso pulso de los trabajos de Hitchcock y la fría reflexión del cine de Haneke. No obstante, Sean Durkin consigue una obra personal y con un universo propio en el que deambulan libremente la violencia, la necesidad de ser sometido, el constante peligro y la diferencia de clases. Parece que haya dedicado un enorme esfuerzo en pulir cada aspecto de la película con el fin de conseguir una atmósfera ambigua y perturbadora que va in crescendo hasta llegar a un tercer acto irrespirable y un final concebido para que la mente del espectador siga pensando en lo que ha visto una vez se apagan los créditos finales.