6 de julio de 2012

Volver al instituto

Casualidades de la vida y sin premeditación alguna, esta semana he disfrutado de un idóneo programa doble: "21 Jump Street" y "Promoción fantasma". A priori de temáticas distintas (policíaco y fantástico, respectivamente), hallan su punto de tangencia en la comedia de instituto. Es ahí donde se sienten más cómodas y alcanzan sus mejores momentos. 

Partiendo de sus diferentes premisas, llegan a un género común al que trastocan jugueteando con sus códigos y arquetipos, deformándolos hasta desgarrarlos e introduciendo nuevos elementos de la misma forma que un niño mezcla todos sus muñecos en un mismo teatrillo (vaqueros y héroes intergalácticos, vaya) desafiando toda lógica para conseguir resultados inéditos.

Best prom ever

Si bien "Promoción fantasma" sorprende al atreverse con la mezcolanza de institutos y fantasmas, "21 Jump Street" no se queda atrás al introducir persecuciones y tiroteos en el baile de la prom. Pero, por encima de estos cruces de géneros, donde más brillan estas películas en la comedia teen generacional. Los protagonistas de ambas se ven inmersos en el instituto años después de la etapa que les correspondía. Esta situación provoca toda clase de desternillantes (y muy reveladores) momentos: Channing Tatum marginado en un ambiente en el que solía ser el triunfador y descolocado tras comprobar que ahora la homosexualidad y ecologismo es lo cool o Raúl Arévalo intentando explicar a unos adolescentes de los 80 qué es el reggaeton mientras éstos piden enfurecidos canciones de su ídolo Michael Jackson son geniales muestras de ello.

 El coro del instituto a punto de presenciar a pie de campo el mejor momento de
"Promoción fantasma", protagonizado por Carlos Areces





En definitiva, se trata de un tándem perfecto para regresar al instituto, revivir viejos recuerdos y contemplar aquella época con ese sabio cinismo que solo la experiencia otorga descubriendo que los problemas de ayer son hoy causa de risas, los encumbrados antaño son despreciados ahora y los antiguos despojos sociales son los hombres de moda, porque son solo eso, modas.

Solo así, uno podrá deshacerse de los traumas adolescentes y superar sus asignaturas pendientes, porque de eso tratan ambas películas: de madurar,  asumir nuestro pasado y sacudirse los viejos fantasmas.

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